Quisiera destacar algunos de los errores comunes al alquilar un inmueble que cometen algunos propietarios a la hora de gestionar su alquiler. Vamos a ello!
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No firmar contrato
¡Como oyes! Hay valientes que van por el mundo sin contrato, principalmente por una de las dos razones que veremos seguidamente. En ambos casos corres el riesgo fiscal, tanto con Hacienda como con la Comunidad Autónoma (pues es esta quien gestiona las fianzas).
Confianza con el inquilino
Suele tratarse de un amigo, familiar o conocido, pero ya se sabe, la confianza se puede romper en un momento dado. A parte, corres el riesgo que en su declaración de la renta lo indique el alquiler, bien él o bien su gestor, con lo que te habrás metido en un buen lío en caso de inspección.
Evitar declarar
Sí, el clásico: «lo cobro en B». Sigo sin entender como las personas siguen arriesgándose de esta manera, más cuando la inversión como particular permite tantísimas deducciones fiscales para vivienda habitual.
Trasladar gastos no lícitos al inquilino
Un contrato entre partes es válido siempre y cuando no vaya en contra de la legislación existente. Por tanto, si hay gastos y obligaciones que corresponden al propietario estas no pueden ser trasladadas al inquilino. Esto podría declarar en contrato de alquiler como nulo. Por tanto, si quieres trasladar el IBI o la Comunidad de Propietarios mejor que los incluyas en la cuota, no aparte.
No cambiar de nombre los suministros
En caso de impago por parte del inquilino te tocará asumir estos costes si quieres conservar los contratos con las compañías. Además al tratarse de suministros básicos, a pesar del impago no puedes cortar el suministro.
No comprobar la solvencia del inquilino
Si cierras un contrato con el inquilino sin comprobar su solvencia estás jugando con fuego. Nada mejor que tramitar un seguro de impago para tener una buena protección y un buen filtrado inicial.
No hacer inventario inicial
El inventario es parte imprescindible del contrato de alquiler. Es la manera más rápida de demostrar un daño o desperfecto al finalizar el contrato (o durante el mismo).
Rentabilidades bajas
Es muy común alquilar viviendas con una rentabilidad baja, por desconocimiento de los objetivos que se pueden pedir a este mercado. Esto es muy común cuando el inmueble viene sobrevenido (herencia, ya estaba comprado…), pero es mucho más grave si cabe si si invierta desde cero.
Ahora ya sabes cuales son los errores comunes al alquilar un inmueble. No los cometas 😉